Relojes mecánicos
Los relojes mecánicos tienen su origen en la iniciativa que tuvo el físico italiano Galileo Galilei y su joven ayudante Cristian Huygens en los años 1.620. Nace como un experimento de física sobre inercia peso y movimiento cuyo nombre fue péndulo.
La gran evolución de los relojes mecánicos fue en la primera mitad del siglo XX con la creación del reloj de pulso o relojes de pulsera.
Es importante aclarar que la primera marca de relojes a nivel mundial fue Vacheron Constantin fundada en 1.755 en Ginebra, Suiza y que solo fabricaba 5 relojes al año. Eran para clientes de la realeza europea. Esta fábrica llegó a tener en esa época hasta 15 relojeros dedicados a fabricar a mano los encargos de la nobleza. Estos relojes no eran de pulso, eran relojes de colgar como pendientes usados por las señoras que los colgaban coquetamente entre sus pechos como símbolo de elegancia y sensualidad.
Esta creación revolucionó lo que hasta ese momento era lo más elegante y distinguido de la gran sociedad, pues su precio era inalcanzable para el común de la gente, solo lo usaban señoras y señores de alto poder económico. Estos relojes tenían muchos problemas, pues eran imprecisos, su cuerda no duraba más de 6 horas, funcionaban de acuerdo a la posición en que se usara, por lo tanto eran básicamente un accesorio de lujo para ostentar riqueza que no cubría a cabalidad con el propósito de dar la hora exacta.
Luego de muchos ensayos y pruebas la humanidad tuvo en sus manos y en sus muñecas los primeros relojes comerciales de pulsera, tan deseados en esa época estamos hablando de la década de los años 1.920.
A partir de estas falencias los relojeros de la época empezaron a crear sistemas de reloj más precisos y más confiables, fue entonces que se crearon las famosas cuerdas de acero templado, las cuales cumplían la función de impulsar el mecanismo por más tiempo hasta completar las 24 horas del día. Pero aún así estos sistemas de fabricación manual hechos por artesanos relojeros que hacían y fabricaban pieza por pieza hasta lograr armar un mecanismo completo, podían tardar en la fabricación de un reloj hasta 2 años lo que nos hace pensar que no lo hacían por suplir el factor económico, sino que lo hacían por el gusto y la pasión de crear un artículo un mecanismo que funcionara y marcara la hora.
A través de varios siglos han existido grandes relojeros que han hecho importantes aportes a la relojería comercial y moderna algunos de ellos son Ferdinand Berthoud, Jaquet Droz, Favre Leuba, etc. Quienes después de fabricar sus propias máquinas las marcaban con su nombre como marca comercial de reloj.
Algunos de estos grandes aportes a la industria relojera es la creación de la cuerda de acero inoxidable e irrompible, también el sistema incablok o contra choque que brindo un gran avance a la conservación del mecanismo en perfecto estado aún si se golpeara. Podemos hablar también del gran avance en los relojes modernos al aumentar su oscilación que pasa de 18.000 por hora a 28.800 proporcionando así mayor precisión y mejor funcionamiento con menor fricción entre sus engranajes y ejes.
Otros grandes avances de la relojería mecánica moderna son el reloj automático, el reloj con calendario integrado, el reloj despertador, el reloj con reserva de marcha, el reloj análogo, el reloj digital, el reloj con calendario perpetuo, el reloj multifunciones, el reloj con fase lunar. etc. y para el año 2.015 tenemos el reloj smart que día a día toma más fuerza y cuyo sistema ha sido incorporado en grandes marcas como el reloj YESS SMART y el reloj TEMPUS SMART, marcas con presencia en los mercados de relojería a nivel internacional.
La primera mitad del siglo XX fue el nacimiento de muchas marcas de relojes que aún perduran hoy algunas de ellas son Tissot, Longines, Omega, Bulova, Invicta entre muchas otras. Cabe anotar que estas marcas son comerciales y algunas han tenido cambios sustanciales en sus organigramas como empresa.
Gabriel Jaime Ruiz P.
Relojero Profesional